El camino hacia tus sueños
Como casi todo lo que queremos en la vida, empieza como un sueño, así comenzó el mío, el sueño de ser Ortodoncista.
Desde pequeña supe que quería ser Ortodoncista y cuando el tiempo transcurría y se acercaba el momento de que fuera una decisión real, no lo dudé, ingresé a la Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma de Sinaloa, en mi natal Culiacán.
Desde las primeras clases, laboratorios y clínicas supe que la elección había sido acertada, me encantó y ahí es donde el sueño empieza a alimentarse, de como quería tratar a mis pacientes, que técnicas de trabajo me gustaban, que maestros eran mis ejemplos a seguir y hasta como quería que fuera mi consultorio, también supe que el camino no seria corto, ya que es una carrera larga y demandante, cursé 5 años de licenciatura y 1 año de servicio social y yo sabía que no quería quedarme ahí, al estar ya por terminar el servicio social, comencé a investigar donde quería estudiar mi maestría o especialidad y después de mucha búsqueda, la decisión fue migrar a la ciudad de Puebla, ya que ahí estaba la elegida, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y el ingreso no era automático, tenia que ganármelo en un curso propedéutico en contra de 30 alumnos que aspiraban lo mismo que yo, ingresar a la Maestría en Ciencias Estomatológicas con terminal en Ortodoncia, tan solo de escuchar el nombre ya se me erizaba la piel, pero ya estaba ahí, lo que seguía era esforzarme y dar lo mejor de mi para ser uno de los 10 elegidos y así fue, inicie con los 3 años de maestría en donde aprendes de todo, no solo de como cuidar dientes, también de la manera en sobrevivir fuera de casa, lejos de tu familia, sin tiempo, a veces sin dinero, pero con un sueño ya casi por lograr o al menos eso pensaba, porque cuando eres estudiante, piensas que el camino termina al obtener el título y cuando lo obtienes, descubres que el camino apenas empieza.
Terminé mi Maestría y monté mi consultorio y ahí inicia la realidad de mi sueño, ya era Ortodoncista pero te enfrentas a cosas que nunca proyectaste, ni contemplaste en lo que imaginabas, sabía mucho de dientes, de como prevenir, curar y mejorar problemas bucales, pero sabia poco de como conseguir que esas bocas llegarán a mi, eso no me lo habían enseñado en las clases.
Como tiempo era lo que me sobraba, me dediqué a leer, estudiar, investigar de todo lo que pudiera darme una idea de como conseguir pacientes, entré a cursos de marketing digital, de finanzas para dentistas, de emprendimiento y entre más leía del tema, mi pensamiento era ¿Por qué nunca supe esto?, jamás me veía como Emprendedora y descubrí que también necesitamos serlo.
Ahí mi meta era crear mi marca, crear mi emprendimiento, comencé a ver mi clínica como mi pequeña empresa, porque ya no solo debía saber arreglar dientes y bocas, ahora también tenia que administrar gastos, llevar inventarios, hacer publicidad, etc., y aquí estoy, 10 años después, construyendo nuevos sueños, aprendiendo nuevas cosas para crecer y mejorar mi pequeña y tan querida empresa, donde fabrico sonrisas, incluyendo la mía.
Como aprendizaje en este trayecto, te puedo contar que el camino hacia tus metas no es línea, hay subidas y bajadas y de ambas aprenderás, que nada se disfruta tanto, como lograr con esfuerzo y amor lo que te propones, que el motor siempre será que te apasione lo que haces, aunque haya días bajos, aunque al principio pienses que no lo lograrás, si sigues adelante y perseveras, te preparas y pones en práctica lo aprendido, lo lograrás.